Los faroles de Hijos de Estévez iluminan el Castillo del Buen Amor
El imponente Castillo del Buen Amor, situado en la localidad de Topas (Salamanca), una edificación originaria del siglo XI que se convirtió en palacio en el siglo XV y en Hotel hace pocos ańos, ilumina sus estancias y salones con faroles realizados en el taller Hijos de Estévez.
El palacio, restaurado a fondo antes de que se convirtiera en hotel de gran categoría, tiene una decoración de inspiración árabe e italiana y estructura gótica, con un patio central adornado con galerías labradas.
Inspirado en la tradición de los Paradores de Turismo y dotado de una especial riqueza y suntuosidad, goza desde sus torreones privados de inigualables vistas sobre la planicie, un vastísimo latifundio que alcanza las 116 hectáreas inundadas de encinas, pinos y chopos.
El imponente Castillo del Buen Amor, situado en la localidad de Topas (Salamanca), una edificación originaria del siglo XI que se convirtió en palacio en el siglo XV y en Hotel hace pocos ańos, ilumina sus estancias y salones con faroles realizados en el taller Hijos de Estévez.
El palacio, restaurado a fondo antes de que se convirtiera en hotel de gran categoría, tiene una decoración de inspiración árabe e italiana y estructura gótica, con un patio central adornado con galerías labradas.
Inspirado en la tradición de los Paradores de Turismo y dotado de una especial riqueza y suntuosidad, goza desde sus torreones privados de inigualables vistas sobre la planicie, un vastísimo latifundio que alcanza las 116 hectáreas inundadas de encinas, pinos y chopos.
Más información:
Web del Hotel Castillo del Buen Amor